Tanto si montas en una bicicleta de montaña, como en una de carretera o en una de paseo -de hecho, en casi cualquier bicicleta-, tendrás un cambio de marchas. Son las maravillas mecánicas que te permiten acelerar por carreteras llanas y suaves a velocidades de viento silbante o subir una empinada subida rocosa sin reventar un pulmón.
Aprende a utilizar tu equipamiento ciclista y te verás recompensado con una conducción suave, rápida y divertida. Con estos consejos, te pondrás al día en un abrir y cerrar de ojos. (Lo sentimos, ¡no hemos podido resistirnos!)
1. La práctica hace al maestro
Utilizarás mucho tu equipo de ciclismo y es muy probable que practiques mucho. Sin embargo, si eres nuevo en el ciclismo, acabas de adquirir una bicicleta nueva o una bicicleta diferente, dale algo de tiempo para acostumbrarte a cómo cambian las marchas.
Sube por una carretera o camino bastante tranquilo y practica subiendo y bajando las marchas delante y detrás hasta que puedas cambiar de marcha casi instintivamente. Te ayudará en esos momentos en los que, a mitad de camino, te das cuenta de que llevas una marcha demasiado larga y tienes que cambiar rápidamente
2. Derecha = trasera, izquierda = delantera
La mayoría de las motos tienen dos juegos de marchas. El juego delantero, conocido como plato, facilita los cambios de marcha. El desviador delantero, que desplaza la cadena entre estos platos, se controla con la palanca de cambio izquierda (o palanca de cambios).
Los piñones traseros forman el casete, y el desviador delantero, que mueve la cadena arriba y abajo, se controla con la palanca de cambio derecha.
3. No cruces la cadena
Es muy tentador quedarse en un plato y limitarse a cambiar de marcha atrás. Esto está muy bien, excepto por una cosa. Debes evitar utilizar los extremos opuestos de los piñones. Por ejemplo, no utilices los piñones más pequeños detrás y delante, ni los piñones más grandes detrás y delante. Esto tirará de la cadena en un ángulo entre ellos, haciendo que se estire y deforme.
No es un problema inmediato (aunque puede hacer ruido), pero con el tiempo puede desgastar tanto la cadena como los piñones, provocando costosas reparaciones.
4. Anticiparse a la cuesta
Cuando te acerques a una cuesta, prepárate para reducir marchas en cuanto empiece la cuesta. De este modo, no meterás una marcha demasiado larga a mitad de la cuesta y no podrás pedalear, lo que te obligará a bajarte y caminar.
Es mucho más fácil subir cuestas, sobre todo las largas o empinadas, si cambias a la marcha más fácil y giras las piernas. Cambiar a la marcha correcta en el momento adecuado requiere un poco de práctica. Por lo tanto, es mejor cambiar a una marcha demasiado fácil y luego subirla, que al revés.
Si te encuentras en una marcha demasiado dura al subir, intenta ir de lado en la pendiente y cambiar de marcha. Si la cadena está sometida a mucha presión, por ejemplo al subir una cuesta, es posible que no cambie de marcha correctamente. Si pedaleas en un terreno más llano, aunque sea temporalmente, es de esperar que la presión se reduzca hasta el punto de que puedas cambiar a una marcha más sencilla.
5. Izquierda = cambios importantes, derecha = ajuste fino
Si está subiendo una cuesta, puede bajar de marcha más rápidamente con la palanca izquierda, que controla las marchas delanteras, que con la palanca derecha, que controla las marchas traseras. Esto le llevará a una marcha más fácil, y entonces podrá afinar con las marchas traseras.
6. No cambies de marcha demasiado rápido
Al acelerar cuesta abajo o en llano, es tentador cambiar a una marcha superior lo más rápido posible. En algunas bicicletas, esto puede hacer que la cadena salte completamente de las marchas. Esto significa que tienes que parar y volver a ponerla en su sitio, lo que suele significar dedos negros y grasientos. Cambie de marcha gradualmente y asegúrese de que la cadena está engranada en cada nueva marcha antes de pasar a la siguiente. Los distintos sistemas de marchas reaccionan de forma diferente, así que averigua lo sensible que es tu moto a este respecto.